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viernes, 26 de diciembre de 2014

Hace 200 años. Un día como hoy, 26 de diciembre

A mi hermano Luis.

Tan solo la Gaceta de Madrid nos ofrece alguna información sobre lo que ocurría en la capital y otros lugares de España. El regreso de Fernando VII había proscrito la opinión pública y apenas sí se publicaban, el Diario de Madrid, la Atalaya de la Mancha en Madrid, El Procurador General y algún que otro Periódico Ministerial.
 Se celebraba el día de San Esteban y, además de las adhesiones al Rey y la felicitaciones por su regreso, seguían publicándose noticias que indagaban sobre el paradero de familiares a los que, en el curso de la guerra, se les había perdido el rastro. Entretanto se trataba de avivar la memoria con los sucesos recientes y en particular con la actitud heroica de los patriotas españoles. Para ello la publicación de estampas, en una España mayoritariamente analfabeta, era fundamental: 
 Por otra parte, con motivo de la festividad, Fernando VII había permitido la celebración de una corrida de toros, cuyos beneficios contribuirían a paliar las necesidades más urgentes de los enfermos:

miércoles, 17 de diciembre de 2014

El sensualismo de Locke y Condillac en la base de la filosofía ilustrada (II).

Al hilo de mi entrada anterior, cabe recordar que muy pronto llegaron a España los primeros ecos de la Lógica o los primeros elementos del arte de pensar, de Condillac, del que Valentín de Foronda hizo una adaptación dialogada en 1794, luego reeditada en 1800. Años más tarde el militar Bernardo María de la Calzada la traduciría en 1817.
   De 1805 data la traducción del Lenguaje de los cálculos realizada por Josefa Alvarado, marquesa de Espeja.
La única fuente de conocimiento, señala Condillac, es la experiencia:
«… la experiencia me enseña con una gran prontitud , ya por medio del dolor , ó ya del placer , el uso que debo hacer de aquellas cosas que me son absolutamente necesarias» (Lógica).
Por otra parte, la atención, la reflexión, la imaginación, «la comparación, el juicio, en una palabra, el entendimiento , no era más que la sensación tranformada», como explicaba el redactor de la Crónica científica y literaria en 1819, al comentar el sistema filosófico del autor. Incluso la memoria «no es más que la sensación [pasada] transformada».
  Algunos pensadores españoles abrazaron sus ideas, pero, en general, su sistema incurrió pronto en descrédito en nuestro país a causa de un planteamiento escéptico que le llevaría a firmar que «Todo lo que se podría y debería razonablemente deducir es que los cuerpos son seres que provocan en nosotros sensaciones, y que tienen propiedades de las que no sabemos nada con seguridad», lo que para sus enemigos era indicio de materialismo.
Etienn Bonnot de Condillac
Una acusación insostenible al contrastarla con la declaración explícita de Condillac de su creencia en Dios: «cuando observo que los fenómenos nacen unos de otros, como una cadena de causas y efectos, necesariamente he de ver una causa primera y la idea de causa primera es la que me formo de Dios» . Y un poco mas adelante:
   «Habiéndole sido dadas al hombre sus necesidades y sus facultades, también se le dan las leyes, y, aunque la hagamos nosotros, Dios, que nos ha creado con tales necesidades y facultades es, realmente, nuestro único Legislador». 
  Condillac también asumió la existencia de un alma inmaterial y espiritual, pero lo cierto es que sus detractores no otorgaron demasiada credibilidad a estas profesiones de fe.

sábado, 29 de noviembre de 2014

La moderación en «El Censor» de 1821

Se trata de una reflexión a propósito de la importancia y utilidad de los periódicos y de la necesidad de que estos rehuyan cualquier tipo de violencia verbal ya sea partidista, ya sea contra otros periodistas.
          En estos días, dado el grado de belicosidad casi universal que nos rodea, me parece de enorme actualidad.

«El verdadero filósofo, el liberal puro, ilustrado, instruyen a sus conciudadanos; pero no los amenazan, y mucho menos los asesinan. "¡Se de mi opinión o te mato" es el lenguage del Alcorán; "el que no profese nuestros principios muera por ende" era el código de la Inquisición».

viernes, 20 de junio de 2014

El Patrimonio cultural: una oportunidad para el desarrollo 2-4 de julio

No suelo repetir las entradas que redacto para mi otro blog, pero dado que en esta ocasión los temas se entrecruzan apuntaré algo sobre este curso que coordino con mi compañero el Dr. Alberto Ramos Santana, catedrático de Historia Contemporánea, donde pretendemos analizar y difundir las iniciativas que se están realizando, en la actualidad, para convertir el patrimonio cultural en un motor económico para el desarrollo local, provincial y regional, también en un elemento de cohesión social, así como en una posibilidad de disfrute y ocio.
Folleto del Curso de verano. El Patrimonio cultural
Dará comienzo el día 2 a las 9:30h. Félix Manito, Presidente y director de la «Fundación Kreanta», planteará el tema «Ciudades Creativas. La cultura pilar del desarrollo urbano sostenible».


Pero quiero llamar la atención de los interesados para que se apunten y puedan así participar el día 3, a las 09:00h de la «Visita guiada a Gadir. El origen fenicio de Cádiz», Yacimiento arqueológico ubicado en la calle san Miguel, 15.
 Reverso del folleto del Curso El Patrimonio Cultural
Al día siguiente, el 4 de julio, tras la conferencia del director del IAPH, Román Fernández-Baca, tendrá lugar a las 12:00h la Mesa Redonda «El patrimonio cultural en Cádiz: presente y futuro». Con la intervención de:
-      José Mª Gener Basallote, Arqueólogo del Ayuntamiento de Cádiz.
-      Elena González Pérez, Presidenta de la Asociación «Cádiz Ilustrada».
-      José Mª Gener Basallote, Arqueólogo Municipal, Ayuntamiento de Cádiz.
-      Rita Benítez Mota, Arqueóloga y Directora de la empresa Eracultura.
-      Moisés Camacho Ortega, Vocal de la «Asociación para la Difusión e Investigación del Patrimonio Cultural de la Provincia de Cádiz» (ADIP)
Más información y matrícula aquí

viernes, 6 de junio de 2014

La inauguración del «I Congreso Liberal» y primeras sesiones en video

Si no pudiste venir al «I Congreso Liberal», ahora tienes la oportunidad de seguirlo. El Vicerrectorado de Proyección Internacional y Cultural ha subido ya al Canal de Youtube algunos de los enlaces:

Inaguración:

Juan Carrete Parrondo
I Congreso Internacional Liberal. «La Represión Absolutista y el Exilio». 1ª Sesión de Comunicaciones 
I Congreso Internacional Liberal.  «La Represión Absolutista y el Exilio». 2ª Sesión de Comunicaciones 
I Congreso Internacional Liberal. «La Represión Absolutista y el Exilio». Ponencia de Daniel Muñoz Sempere.

domingo, 25 de mayo de 2014

María Gertrudis de Hore. «La hija del Sol» (Cádiz, 1742-1801)

         De la hermosura de esta gaditana, a un tiempo real y de leyenda, no nos quedan testimonios plásticos, pero sí la memoria literaria que la convierte en un ser excepcional por su belleza, sensibilidad, riqueza e inteligencia. Nació en 1742 en el seno de una familia de origen irlandés, compuesta por Miguel Hore y María Ley, que como antes el abuelo materno, Lorenzo Ley, afianzó sus negocios mercantiles, mediante matrimonios endogámicos dentro del círculo irlandés y las buenas relaciones con la iglesia católica.

Goya. Alegoría del Amor (Cupido y Psique) 1798-1805.

         María Ley, recibiría como legado paterno una esclava negra, Juana, en 1750, que posiblemente acompañaría a la joven Mª.  Getrudis cuando se casó con el comerciante portuense Esteban Fleming, de 25 años ––y socio de la compañía mercantil de su padre––, el 15 de agosto de 1762. Mª. Gertrudís tenía entonces 19 años, edad no demasiado temprana para lo que se acostumbraba en la época. Durante casi tres años, el matrimono residió en la casa paterna, hasta que el 14 de julio de 1765 se establecieron en El Puerto de Santa María, para volver a Cádiz en 1768, año en que al parecer asistió a los ejercicios literarios de Rosario Cepeda y Mayo, a la que dedicó unos poemas, que se publicaron en el libro dedicado a conmemorar aquel evento. Así reaparece Mª. Getrudis en esta ciudad ilustrada que vio desarrollar la creación literaria de Beatriz Cienfuegos y Frasquita Larrea, también por cierto de origen irlandés por vía materna, como los White, O' Crowley, Langton, Murphy, entre otros. 
         Desde 1769 participa en la tertulia que tenía el marino Antonio de Ulloa, junto con Gonzalo Cañas ––a quien Hore dirigirá algunas de sus epístolas en verso–– y algunas amigas, que aparecen en dicha correspondencia con ocasión de una despedida temporal (Sullivan 1992). Algunos de sus poemas serían dados a conocer por el Correo de Madrid, en 1787 y luego por el Diario de Madrid, entre 1795 y 1796 y, años más tarde la reinvindicaría Quintana en su Ensayo de una Biblioteca de poetas del siglo XVIII (1820).
         Hacia 1775 emprendió un viaje a Madrid y en 1778 María Gertrudis entró en el convento de Santa María, con la autorización de su marido, cuando tenia treinta y cinco años. Hasta qué punto fue detonante el posible adulterio cometido en una finca de San Fernando, tal como lo relata Fernán Caballero en su cuento, o «relación», La Hija del Sol, es difícil determinarlo. En todo caso, cabe señalar que Esteban Fleming realizaba frecuentes viajes a Trinidad, La Habana y otros lugares de América, lo que daría ocasión a que Mª. Gertrudis tuviera la posibilidad de gozar de alguna ocasión propicia como la que describe Fernán Caballero, quien por otra parte, recurre a las Memorias para la biografía y la bibliografía de la Isla de Cádiz (1830), de Cambiaso, para inspirarse. 
         Ya en la clausura, Mª. Gertrudis, ahora ya Sor María de la Cruz, siguió escribiendo, aunque desde entonces cultivaría una poesía de temática preferentemente religiosa, concretamente se conservan una Novena, un Quinario y un Stabat Mater Dolorosa, donde se trasluce también la experiencia del hijo muerto de viruelas, como ha estudiado Frédérique Morand. 

domingo, 18 de mayo de 2014

Hace 200 años. 18 de mayo

Un día como hoy, de San Félix, los gaditanos que podían ver salir el sol a las 5 y 2', podían contemplar una primera marea baja a las 7 y 16  y la segunda a las 7 y 29' de la tarde. El mediodía verdadero debía señalarse a las 11 hs. 56' y 4''.

Pero más allá de las afecciones astronómicas, lo gadtianos, como el resto de los españoles estaban interesador sobre las noticias que se participaban sobre el viaje del Rey. En esta ocasión, desde Valencia se comunicaba que Fernando VII dejaba la ciudad "con gran luto" al dirigirse a Madrid.
Lo que no era óbice, desde luego, para que aquellos que no pensaban sentirse afectados por los cambios político acudieran al teatro e incluso tuvieran ocasión de celebrar la toma de posesión de Villavicencio como gobernador político, en cuyo honor se daba la función, que incluía, como puede comprobarse una sinfonía de Haydn, una tragedia, un dúo y sus correspondientes bailes y sainete.
Redactor general, Cádiz.



jueves, 15 de mayo de 2014

Rosario Cepeda y Ahumada (1756-1815).



       María del Rosario Cepeda y Mayo nació en Cádiz en 1756. Su padre, Francisco Cepeda Guerrero pertenecía a la orden de Calatrava, era regidor de la ciudad, diputado de la Real Junta de Sanidad y alguacil mayor de la Inquisición. Su madre era Isabel Mayo Ruiz.
     Fue nombrada regidora honoraria de Cádiz en 1768, por su talento precoz que exhibió en unos exámenes públicos demostrando sus conocimientos de idiomas y geografía. En 1774 contrajo matrimonio con el militar Pedro Miguel de Gorostiza, con el que tuvo tres hijos. Su hermano Félix Antonio ingresó en el Real Seminario Patriótico de Vergara en 1782.
La actividad intelectual de Rosario no pasó desapercibida en el Madrid de la época, pues en la reseña que envía el cancelario de la Universidad de Alcalá al Rey, sobre el grado de doctora conseguido por Isidra Quintana de Guzmán, del que se hace eco el Memorial literario y curioso, en junio de 1785, Rosario Cepeda es citada entre las mujeres ilustres de que pueden enorgullecerse sus congéneres.
     Al menos desde 1787 se encuentra entre las socias fundadoras de la Junta de Señoras de Honor y Mérito, pero pronto hubo de trasladarse con su marido a Méjico. Allí vivió entre 1789 y 1794, donde Pedro Miguel de Gorostiza ejerció el cargo de gobernador de Veracruz. Tras el fallecimiento de su marido ese último año, regresó a España con sus hijos Francisco Javier, Pedro Ángel y el más joven Manuel Eduardo, nacido éste en Veracruz. De nuevo en Madrid, reanudó su colaboración con la Junta de Damas donde ejerció de censora en 1797 -año en que publicó un Elogio a la reina-, para ser luego vicepresidenta en 1798-1799, vicesecretaria entre 1798 y 1805 y, finalmente, secretaria desde 1806 hasta 1812.   
      Rosario permaneció en Madrid, al frente de la Junta de Damas, ahora bajo el gobierno de José Bonaparte, lo que explicaría que su hijo mayor, Francisco Javier abrazara el partido de los afrancesados y llegara a ser condecorado por José I como Caballero de la Orden Real de España. Por ello hubo de sufrir destierro en 1814, como también Pedro Ángel, aunque se desconoce si fue tan militante como Javier. Por el contrario, el joven Manuel Eduardo, que llegaría a ser poeta y eminente autor dramático, combatió en la guerra de la Independencia y llegó a obtener el grado de coronel. Sin embargo también hubo de sufrir destierro, por su apoyo a las ideas liberales.  Con tan tristes noticias sobre el infortunio de sus hijos, Rosario Cepeda murió en Madrid el 2 de agosto de 1815.
     Isabel Azcárate Ristori publicó un estudio sobre su vida y su obra en el 2000, Una niña regidora honoraria de la ciudad de Cádiz -de donde proceden algunos de los datos de este blog-, que aún no ha sido superado.

miércoles, 7 de mayo de 2014

I Congreso Interancional Liberal. «La represión absolutista y el exilio». 7 de mayo.

Afortunadamente todo va transcurriendo de la mejor manera posible. Los ponentes invitados cumplen con sus encargos y tenemos la oportunidad de conocer investigaciones en curso. Lo mismo ocurre, en general, con las comunicaciones, con algunos cambios en el programa que se han avisado a los concurrentes.

       El día de hoy.
     Ponencia: «La restauración absolutista bajo el virrey Joaquín de la Pezuela en Perú, Alto Perú y Chile (1816-1820)». Víctor PERALTA RUIZ, (CSIC, Madrid)

3ª Sesión de Comunicaciones.
- Pierre Geal (U. Grenoble), «Discordia y reconciliación en España (1808-1823)».
- Mario Trujillo Bolio (CIESAS, México), «Los diputados novohispanos: presbíteros, abogados, teólogos y poetas, entre exilio y el encarcelamiento ante la represión absolutista».
- Marieta Cantos Casenave, (UCA) «Cádiz cuna del liberalismo, mecha del servilismo».
Alberto Ramos Santana (UCA), «El monstruo gaditano».

      Ponencia: «José García de León y Pizarro: un antirrevolucionario en la contrarrevolución». Juan Luis SIMAL DURÁN, Universidad de Potsdam.


     Esta tarde.

16,45. 4ª Sesión de Comunicaciones
- Juan Luis Bachero Bachero (U. Jaume I), «La represión en el absolutismo: entre la ley y la arbitrariedad».
- César Ruiz Sanjuán (U. Complutense M), «El pensamiento reaccionario español frente al concepto de libertad del liberalismo doceañista».

18,00. Ponencia: «El control gubernativo de la edición (1814-1820)». José Antonio PÉREZ JUAN, Universidad Miguel Hernández de Elche

19,15. Mesa redonda: «Cádiz escuela política: opinión pública, ciudadanía y cultura política en Andalucía». Intervienen: Marieta Cantos Casenave, Gonzalo Butrón Prida y Alberto Ramos Santana. Modera: Fernando Durán López.
Mesa de resultados.
Consejeria 1



lunes, 5 de mayo de 2014

Inauguración del I Congreso Liberal «La represión absolutista y el exilio». 6 de mayo de 2014

      El próximo martes 6 de mayo se inician las sesiones del I Congreso Liberal que contará con la conferencia inaugural de Juan Carrete, «Goya. Disparates ¿Serviles y liberales?».

Su intervención será seguro un excelente pórtico para plantear no solo la cuestión política e histórica sino también la contribución de Goya y otros artistas menos conocidos al imaginario colectivo.

La sesión de la mañana discurrirá con las siguientes intervenciones:
11,30. 1ª Sesión de Comunicaciones. - Salvador Daza Palacios, (Cádiz) «La persecución absolutista del comisionado regio de
Sanlúcar y prefecto de Jerez, Joaquín María Sotelo (1813-1816)».
- Mª del Carmen García Estradé (SESXVIII), «La segunda casaca y la represión inquisitorial en España
durante el sexenio absolutista (1814-1820)».
- Elisa Martin-Valdepeñas, (Madrid), «Cartas comprometidas: el proceso judicial a loscorresponsales del diputado Dionisio Capaz».
- Nataliya Nóvikova (U. Lomonosóv), «Novelas históricas de los exiliados londinenses
(1823-1834) en la situación de doble mediación cultural».
- Víctor Núñez García (U. de Huelva), «Itinerarios vitales entrelazados a través de la
emigración política. Exilio y liberalismo en perspectiva comparada entre España y
México».
- Miguel Pino Abad (U. de Córdoba), «El Español Constitucional: ejemplo de prensa liberal
de exiliados en Londres».

En la sesión de tarde:

- Alejandro Pérez Vidal (U. de Girona), «La pena de muerte de Bartolomé José Gallardo en 1814».
- Julián Recuenco Pérez (Cuenca), «Nicolás García Page, un diputado liberal entre la prisión y el exilio».
- Felipe Rodríguez Morín (SESXVIII), «Miguel Domingo, un impresor liberal víctima de la represión fernandina de 1814».
- Alberto Romero Ferrer (UCA), «¡Libertad!¡Mueran los tiranos! El imaginario hispánico en el exilio liberal: entre Martínez de la Rosa y José Joaquín de Mora».
- José Saldaña (U. de Huelva), «La restauración absolutista y el poder municipal: reflexiones desde el suroeste andaluz».
19,15. Ponencia: «La literatura sobre la Inquisición durante la restauración absolutista». Daniel MUÑOZ SEMPERE, King´s College de Londres.
20,30. Fin de la sesión.

Más información sobre el resto del programa, aquí.

lunes, 28 de abril de 2014

Hace 200 años. Una función de teatro

     Esta es la cartelera que anunciaba el Redactor general para un día como hoy hace doscientos años.
Como he señalado en otras ocasiones, en esta época funcionaban dos teatros. El "Teatro Principal", que era el que venía funcionando en la ciudad en siglos anteriores y el nuevo "Del Balón" que se había construido en el antiguo "Campo del Balón" durante el sitio de la ciudad, aunque no llegaría a inaugurarse prácticamente hasta que los franceses abandonaron la ciudad.
     Normalmente el "Principal" solía ofrecer una función de mayor calidad, como cabía esperar de la compañía de este teatro, mientras que en el "Del Balón" se ofrecían obras de gusto más popular. En todo caso, cabe destacar en ambas el gusto por el ballet pantomímico o la ópera bufa y el actractivo del sainete, que no solía faltar en ninguno de los teatros.
     Llama la atención, por otra parte, la representación de Los amantes de Teruel, una comedia en 3 actos, obra del más conocido como autor de "novelas", Juan Pérez de Montalbán(1602-1638).

sábado, 12 de abril de 2014

Hace doscientos años. El manifiesto de los persas y Frasquita Larrea

    Como tuve ocasión de publicar en «El patriotismo anticonstitucional de una mujer gaditana: Frasquita Larrea (1775-1838)» (La ilusión constitucional: pueblo, patria, nación, ed. A. Ramos Santana, Cádiz, 2001, pp. 129-146) y en «El discurso de Frasquita Larrea y la politización del Romanticismo» (2002), la circulación de las noticias, de los papeles públicos, debió ser lo suficientemente rápida -quizás oficialmente se conociera desde el día 4, según Castro- como para que a finales de abril de 1814 Frasquita expresara abiertamente en Fernando en Zaragoza. Una visión que el rey debía constituirse en el verdadero guía de sus vasallos cristianos para conducirlos por la senda «de la verdadera ilustración», al tiempo que le invitaba a liquidar la obra constitucional de «una turba que se llama liberal por antonomasia». El folleto publicado antes del día 29 en que el Redactor general se hace eco del mismo -con grandes dosis de ironía, por cierto-, no pasó desapercibido y fue denunciado ante el tribunal de censura.
      No puede extrañarnos la coincidencia de las ideas publicadas por Frasquita Larrea con la expresada en el «Manifiesto de los persas», publicado hace doscientos años y cuyos planes el monarca no tardaría en llevar a cabo muy pocos días después. Algo de esto se temían los liberales, pero la prudencia o cierta incredulidad dominaban en algunos de sus adeptos, según se desprende de la crónica del viaje de Fernando VII que publica El Redactor General.


     
    

lunes, 7 de abril de 2014

Una linterna mágica sevillano-mexicana

En homenaje a nuestros amigos mexicanos quiero recordar aquí la siguiente publicación:

La linterna mágica era un dispositivo óptico conocido ya, al menos, desde el siglo XVII y usado por los jesuitas como instrumento pedagógico. Su popularidad es tal que en el XVIII se convierte en un espectáculo que compite en los teatros por el favor del público junto a otras diversiones como las máquinas corpóreas, sombras y fantasmagorías. A comienzos del XIX son numerosas las publicaciones que tienen en su cabecera el nombre de este aparato de proyección, como sucede con
la Linterna mágica o semanario fisonómico para conocer bien al emperador de los franceses y su honrada familia: dividido en varias escenas y coloquios publicada en Sevilla en 1808. La lógica imperialista de la monarquía hispánica explica que esta cabecera se reimprimera al año siguiente en México, más aún cuando toda la América veía con temor que las tropas españolas no eran capaces de contener el avance francés y que Napoleón soñaba con alcanzar los territorios que la corona española poseía al otro del otro lado del Atlántico, de ahí que el título apunte al objetivo desenmascarador de esta publicación.
     A lo largo de la centuria, se publicarán otras tantos periódicos homónimos, como tuve ocasión de comentar en el XII Congreso del Centro Internacional de Estudios sobre Romanticismo Hispánico "Ermanno Caldera" en Verona.

martes, 1 de abril de 2014

«Desvelos y pesadillas de una nación».


Hace doscientos años no estaban mucho mejor que ahora, aunque afortunadamente en la actualidad no estemos en medio de una guerra contra un «invasor». Hace doscientos años, además de la guerra contra los franceses, se producía un enfrentamiento cainita entre los inmovilistas reaccionarios y los partidarios de las reformas. De esa doble coyuntura bélica nos habla el decimotercer volumen de «Biblioteca de las Cortes de Cádiz», editado por el Ayuntamiento de Cádiz con la asesoría del «Grupo de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Cádiz»
      Como recoge la presentación editorial de este volumen la guerra de la Independencia supuso una intensa revitalización de los géneros literarios, entre ellos el del «sueño» con el fin de plantear un análisis de los acontecimientos del día a día mediante una operación alegórica que abstraía a escritor y lector de la inmediatez del asunto y «elevaba» la reflexión a un plano más universal y trascendente. Así se publicaron sueños contra Napoleón y los invasores, sueños contra los liberales o contra los serviles, desvelos de libertad o pesadillas de servidumbre, sueños de destrucción y de esperanza..., todo un abanico de emociones que Jesús Martínez Baro, el autor de esta recopilación, resume acertadamente como los «Desvelos y pesadillas de una nación». Para recabar todos esos sueños de «una nación que se desvelaba soñando con su propio nacimiento y que temía despertar en medio de un delirio», el autor ha realizado un arduo rastreo —a veces árido otras exuberante— a través de un vasta selva de páginas impresas. Una vez establecido el corpus, nos brinda con enorme generosidad una selección de ellos escrupulosamente editados con el mayor rigor filológico, no sin antes ofrecer un interesante análisis de los mismos en el estudio introductorio.
      El resultado —fruto de una tesis doctoral dirigida por mi compañero Fernando Durán y la responsable de este blog— es sumamente interesante, así que lean y disfruten; pero no se descuiden que, a veces, los desvelos y pesadillas del pasado nos revisitan, así que atentos al mensaje de sus autores y, espoleados por ellos, mantengamos la conciencia alerta para que la tozuda realidad no nos coja desprevenidos. 

Presentación en el «Centro Cultural Reina Sofía».


miércoles, 26 de marzo de 2014

Homenaje a la Junta de Señoras de Honor y Mérito.

     Estamos de enhorabuena. Por fin un merecido reconocimiento a la madrrileña Junta de Damas. Desde el 27 de marzo, en la Torre de los Lujanes de Madrid, una placa rendirá homenaje a la Junta de Señoras de Honor Mérito instituida en 1787por R. O. de Carlos III después de algunos años de controversia por la reticencia de hombres como Cabarrús, felizmente contestado por el discurso de Josefa de Amar.
     Haría falta que se hiciera lo mismo en el Real Hospitalito de Mujeres donde la Junta de Señoras Patriótica de Fernando VII estableció su sede durante los años de las Cortes de Cádiz y no estaría de más algún acto de hermanamiento entre Cádiz y  Madrid, a este propósito. No en vano, la marquesa de Villafranca, Tomasa Palafox -figura estudiada por Gloria Espigado-, fue presidenta de la Junta gaditana, casi al tiempo que la que fuera niña regente honoraria de Cádiz, Rosario Cepeda -biografiada por Isabel de Azcárate-, trabajaría en la Junta de Damas madrileña, incluso en las difíciles circunstancias del dominio napoleónico, como bien ha estudiado Elisa Martín-Valdepeñas.
     Lo que unas y otras hicieron por contribuir al progreso de la sociedad y de la patria. Lo que trabajaron en favor de huérfanos, desvalidos y desprotegidos, sobre todo de la infancia de uno y otro sexo, y lo que lucharon para brindar oportunidades a quienes el sistema había excluido, debe merecer nuestra gratitud, respeto y reconocimiento. De aquella patria surgió esta nación y esta sociedad; este país cuyo bienestar tantos afanes generó en el siglo XVIII y que hoy está siendo cuestionado.

domingo, 23 de marzo de 2014

El valor varonil de «La Pajuelera»

Goya. Valor varonil de la célebre Pajuelera en la de Zaragoza. 1816.


     A pesar de que conozco algunos estudios que se ocupan sobre la imagen de la mujer a finals del siglo XVIII y principios del XIX -el más reciente, aunque no exclusivamente de asunto femenino, el magnífico libro publicado por Álvaro Molina, Mujeres y hombres en la España ilustrada-, ignoraba que, a mediados de la centuria, una vendedora de pajuelas se había hecho famosa como torera en la plaza de Zaragoza y se había hecho merecedora de la atención de Goya. Se trata de Nicolasa Escamilla que, además de torear a pie, también era capaz de hacerlo a caballo, garrocha en ristre.
     Vargas Ponce, antitaurino confeso y misógino famoso por su Proclama de un solterón, escribe sobre ella, siguiendo en esto muy estrechamente al Padre Sarmiento: «No hace muchos años que en Madrid se presentó en la plaza pública una mujer para torear, y que de hecho toreó. Llamábanla Pajuelera, porque cuando mozona había vendido alguaguidas o pajuelas de azufretes en un cuarto. Este fenómeno ha sido la ignominia del devoto femíneo sexo, que tiene adherente la compasión, y la afrenta del indiscreto sexo barbado que toleró y dió licencia para que saliese al público semejante monstruosidad. [...] ¿Qué ha sido aquello, sino ridiculizar la fiesta de los toros?» A lo que, siguiendo de nuevo a Sarmiento, añade que Quevedo habría jugado con todos los equívocos derivados de ver el toro toreado por una mujer «ante tanto marido» [José Vargas Ponce, Disertación sobre las corridas de toros compuesta en 1807 por D. José Vargas Ponce, edición ordenada y revisada por D. Julio F. Guillén Tato, Madrid: Real Academia de la Historia, 1961, p. 82].
     En el dibujo preparatorio, realizado en sanguina, la mujer conserva más rasgos femeninos, que son claramente desdibujados en la estampa final, para acentuar la virilidad, la fortaleza y valentía de la Pajuelera. En esta, el caballo, desde el que Nicolasa se enfrenta al toro, tapa al chulo o peón de brega que le auxilia sujetando al équido, es decir el asistente que en el XIX recibiría el nombre cómico de «monosabio». La presencia de este subalterno se aprecia más claramente en la sanguina, lo que demuestra la intención expresa de Goya de ocultarlo en la estampa final para evitar figura que pueda distraer la mirada y oscurezca el protagonismo de «La Pajuelera». 

miércoles, 19 de marzo de 2014

La Constitución española de 1812. El comienzo del constitucionalismo europeo

Cuando están a punto de cumplirse dos años de la celebración del curso organizado por la Freie Universität Berlin y el Instituto Cervantes, sobre la Constitución de 1812 y su influencia en el constitucionalismo europeo,  del que ya me hice eco en una entrada anterior, hemos recibido el volumen resultante.   

 En él se incluyen, junto a las de colegas de Derecho de otras universidades españolas, sendas aportaciones realizadas por Alberto Ramos Santana y quien escribe estas líneas. De todas ellas da cumplida cuenta el índice:


jueves, 13 de marzo de 2014

Pedro Romero, un héroe para el ilustrado Nicolás Fernández de Moratín

Como bien explicara mi maestro Alberto González Troyano en su libro El torero, héroe literario, fue en el siglo XVIII cuando se dignificó la figura del matador de toros, del torero a pie, que disputó la gallardía a los que practicaban el arte del rejoneo o toreo a caballo, esos que también recibían al toro acompañados o no de varilargueros, esto es, los que en la actualidad se conocen como «picaores».
   Y es que, por primera vez, el oficio o arte que practicaban las personas del pueblo llano, era llamado a merecer el lauro que los poetas solían reservar a los héroes marciales, a los soldados victoriosos o, mejor aún, a los militares de alta graduación distinguidos por el laurel de la victoria.
   El poema, «A Pedro Romero, torero insigne», insiste fundamentalmente en la juventud de Pedro Romero, nacido en 1754, que toreó en Madrid por primera vez en 1775, y junto con su padre, Juan, continuó haciéndolo hasta 1778 o 1779.
   Esta vindicación del torero no fue excepcional y cabe recordar que Goya le dedicó varias de sus pinturas, como la que aquí sigue, que se conserva en El Prado:

Pedro Romero matando a toro parado.
 Por otra parte, el carácter enigmático de estos héroes resuena en la caracterización del protagonista de Don Álvaro o la fuerza del sino (1835), lo que aún pone de manifiesto la singularidad de su figura y, en el caso de la obra del Duque de Rivas, los recelos que despierta en el marqués de Calatrava.
    Los toreros de a pie evidentemente arriesgaban su vida mucho más que los que lo hacían a caballo y eso provocaba la admiración popular que rápidamente los convertía en héroes por la marcialidad de la puesta en escena. Al fin y al cabo se trata de la lid entre el hombre y el toro.

lunes, 10 de marzo de 2014

El diez de marzo de 1820

Como mostraba unos días atrás Alberto Ramos en su blog, a propósito de San Antonio, un grabado de época recogía así lo que fue una de las más indignas represiones de que fue objeto la ciudad de Cádiz en 1820.

    
 La víspera una multitud se había manifestado a favor de la nueva jura de la Constitución de 1812, lo que fue visto con malos ojos por un ejército que se consideraba leal a Fernando VII. Todo ello sucedía en medio de un clima revolucionario en el que se llevaba a cabo un nuevo intento de acabar con el poder absoluto del monarca. Así se había producido el levantamiento de Riego, mientras Quiroga aguardaba en San Fernando poder entrar en la capital gaditana.
     La mañana del día 10 las tropas acuertaladas en la Bomba deciden impedir la jura de la Constitución y, de acuerdo con otros batallones como el de la Lealtad, se dirige por el Mentidero y la calle Veedor hacia San Antonio. Allí los soldados empiezan a disparar contra la población que se arremolinaba en espera de la próxima celebración constitucional. Sin que pudieran preverlo, los soldados se dirigen a ellos, encañonándolos con sus fusiles, por lo que muchos corrieron a sus casas, otros lograron refugiarse en la iglesia de San Antonio y algunos en el café de Apolo. Los que no pudieron encontrar asilo en lugar seguro hallaron la muerte o resultaron heridos. El número de estos es difícil de averiguar, pero parece que alcanzó a medio centenar.
     Algunos datos más pueden leerse en la Historia de Adolfo de Castro, que acusa al otrora héroe de la Independencia, Freyre, de no haber previsto el descontento del ejército y no haber actuado con la autoridad y firmeza necesarias, aunque también acusa a otros militares como Campana, Valcárcel o, entre los revolucionarios indecisos, a Quiroga.
     Algunas de estas cuestiones las abordaremos en el próximo Congreso Internaciona Liberal «La represión absolutista y el exilio», los próximos días 6-8 de mayo.

martes, 4 de marzo de 2014

La andaluza Manuela Luna. Una «mujer fuerte»

   Con este título se publicó en el nº 43 de la revista Andalucía en la Historia (enero-marzo) el artículo sobre la carta que se encuentra entre los papeles de la marquesa de Villafranca, en el Archivo General de la Fundación Casa Medina Sidonia.
   Primero se hicieron eco los del programa «Milenio» de Canal Sur. Ayer salió una reseña en El País. Hoy la historia de la desconocida artillera andaluza, de Fuentes de Andalucía, Manuela Luna Caro, ha llamado la atención del programa de radio de Luis Herrero.


miércoles, 26 de febrero de 2014

El sensualismo de Locke y Condillac en la base de la filosofía de la Ilustración española (I)

El acceso al conocimiento es una de las piedras fundamentales del edificio ilustrado, pero en la España del XVIII sigue estando limitado no solo por el conocimiento del latín que sigue siendo la lengua de la cultura dentro de los círculos eruditos, sino también por las reticencias de la Iglesia y otros círculos de poder a su extensión. 
   A fin de emancipar la razón y conseguir liberarla de los estrechos márgenes a los que la Iglesia quiere mantenerla limitada con su omnipresente filosofía escolástica, los ilustrados pretenden separa el conocimiento que el hombre puede alcanzar dentro de los límites naturales y el del que compete a las cuestiones de fe, que solo puede lograrse por revelación divina.         
    Para ello, los ilustrados parten de los planteamientos de Locke y Condillac sobre la inexistencia de ideas innatas:
«... los hombres, con el mero empleo de sus facultades naturales, pueden alcanzar todo el conocimiento que poseen sin ayuda de ninguna impresión innata... sería impertinente suponer que la idea de color es innata en una criatura a quien Dios ha dado vista y poder para percibir el exterior». (Locke. Ensayo sobre el entendimiento humano, Libro I cap. I). 
    La siguiente pregunta no tiene más remedio que girar sobre la fuente de la que procede el conocimiento y la respuesta, según Locke, no es otra que la experiencia: «Supongamos, entonces, que la mente sea, como se dice, un papel en blanco, limpio de toda inscripción, sin ninguna idea. ¿Cómo llega a tenerlas? ¿De dónde se hace la mente con ese prodigioso cúmulo, que la activa e ilimitada imaginación del hombre ha pintado en ella, en una variedad casi infinita? ¿De dónde saca todo ese material de la razón y del conocimiento? A esto contesto con una sola palabra: de la experiencia; he allí el fundamento de todo nuestro conocimiento, y de allí es de donde en última instancia se deriva. Las observaciones que hacemos acerca de los objetos sensibles externos o acerca de las operaciones internas de nuestra mente, que percibimos, y sobre las cuales reflexionamos nosotros mismos, es lo que provee a nuestro entendimiento de todos los materiales del pensar. Éstas son las dos fuentes del conocimiento de donde dimanan todas las ideas que tenemos o que podamos naturalmente tener» (Ensayo, II, C.1).  
John Locke
      La diferencia entre Locke y Condillac consiste en que mientras el primero considera que, para la formación de las ideas, de los contenidos mentales, nos servimos de las sensaciones, derivadas de los datos que nos ofrecen nuestros sentidos, y las reflexiones, producto de nuestras operaciones mentales, Condillac solo admite las sensaciones e integra en estas el resto de las operaciones mentales. Así, por ejemplo, entiende que la voluntad es «aquello que poseemos cuando la experiencia nos ha acostumbrado a juzgar que ningún objeto debe oponerse a nuestros deseos. Yo quiero significa yo deseo y nada puede oponerse a mi deseo; todo debe concurrir a él». Si bien, Condillac tiene en cuenta otra acepción de la palabra voluntad, más amplia, «una facultad que comprende todas las costumbres que se originan en la necesidad, los deseos, las pasiones, la esperanza, la desesperación, el temor, la confianza, la presunción y muchas más de las que es fácil hacerse idea».

jueves, 6 de febrero de 2014

La «Querella Calderoniana»: 200 años de lecturas y relecturas de Calderón (1814-2014)

Entre los bicentenarios que se cumplen esta año, no cabe duda de que los doscientos años de la «Querella Calderoniana» tienen una importancia fundamental para los estudiosos del Romanticismo. Al mismo tiempo, no puede pasar desapercibido que esta disputa literaria significó una relectura de Calderón y de la literatura del Siglo de Oro, en una coyuntura política que afectó a su sentido y proyección.
         Con este motivo, los grupos de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Cádiz y el de Investigación de Siglo de Oro de la Universidad de Navarra, acaban de convocar un congreso que se celebrará enla Universidad de Cádiz el próximo curso, entre los días 22 a 24 de octubre.

 

Más información y posibilidad de inscripción en CELAMA


martes, 4 de febrero de 2014

Hace doscientos años. 4 de febrero de 2014

Un día como hoy, aún debían estar los contribuyentes bastante «tiesos» por la cuesta de enero y así estaban las autoridades tratando de llevar a buen puerto la recaudación entre los madrileños. 
         No deja de ser curiosa la distribución de las cantidades que se pide a cada una de las profesiones del tercio anticipado de la contribución directa del año. Las relacionadas con la hostelería se hallan en la cuarta división:
En la undécima división, se aúnan en una mezcla curiosa a los impresores de letras y mercaderes de libros junto con las tiendas de vino común, vinos generosos y aguardientes, entre otros. 
          Al menos, los madrileños podrían seguir disfrutando del teatro y con el regreso de las compañías a Madrid, de la actriz Agustina Torres -famosa en Cadiz principalmente por su recitado del monólogo La Patria, como bien ha estudiado María Rodríguez- hacía las delicias de los concurrentes. En esta ocasión con la comedia El donado fingido y sainete.

          Por su parte los gaditanos parece que seguían con sus negocios, al menos algunos como el citado Juan José de Iriarte, que se dedicaba al comercio con no poca fortuna.

domingo, 26 de enero de 2014

Callejero DelDoce. Calle Obispo Urquinaona, una calle de tiendas y cafés.

Efectivamente, esta calle que según Adolfo de Castro, desde muy antiguo tenía por nombre de las «Escuelas», por estar en ella las que dirigían los Jesuitas, debía estar siempre muy concurrida. No fue hasta la reforma del nomenclator de 1855  que pasó a llamarse de «Turriano», geógrafo e historiador que, según indica Castro -y este toma de Escalera- era considerado gaditano. Efímera denominación, que pronto desapareció para volver a su nombre primitivo, hasta que en 1883 tomó el nombre del gaditano José Mª de Urquinaona y Bidot (1814-1883), canónigo de la catedral gaditana y luego obispo de Canarias y Barcelona, donde falleció.
          Según el Anuario de 1927, en el nº 1 estaba la zapatería de lujo «El Louvre», en el nº 2 la «Casa de Galicia», posiblemente donde, al menos hasta 1921, estuvo el Café Royalty, pues también tenía entrada por el nº 12 de la Plaza Castelar (o de Plaza de Candelaria), donde aparece como «Centro Gallego»; en el nº 3 la tienda de vinos y café «El Laurel», de Agustín Moreno Cantero y que en 1910 lo había sido de Aurelio Arce Minoves. 


         En 1917, no existía aún la Casa de Galicia y sí los mencionados con anterioridad, además, existía una tienda de comestibles y vinos, de Epifanio Serdio, en la accesoria del nº 3 (y 10 de Doctor Dacarrete), una carbonería en el 4, que lo era en 1910 de Aureliano Gómez de Barreda, tejidos «La Riojana» en el 5 duplicado, un estanco en una accesoria del nº 6 y la droguería de Valentín Mercado en otra del mismo número, la tienda de vinos «Las Golondrinas» en el nº 7, el taller de encuadernación de José P. Cámpora en el 8, y el almacén de comestibles de Rosendo Gutiérrez Vega en la accesoria del 12, que ya la tenía en 1910. Por lo que respecta a los impares en la accesoria del 13 estaba la carpintería de Juan Rube Cano -y ya lo estaba 3 años antes-, en la del 17 la carbonería de Antono García y en la del 33 la carbonería de José Sánchez, que seguía manteniendo su viuda en 1921.
Otras tiendas curiosas fueron el taller de plancha que tenía en 1910 Antonio Martínez Ortega -Antonia, dice el año 1914, mientras en el año 21 figura a nombre de Josefa Barrionuevo-, en la accesoria del nº 13, junto a la carpintería de Rube, la tienda de ropa hecha que tenía tambiénen 1910 Manuel Ruiz Balba, en la accesoria del 21.
         Por lo demás, tipógrafos, impresores, delineadores, pintores, músicos, escultores, ebanistas, barnizadores, comisionistas, médicos, una profesional en partos (ya en 1910), ortopédico, zapateros, industriales, militares, marinos mercantes, presbíteros, jornaleros, mecánicos, electricistas, jardineros, tenedores de libros, empleados, retirados, policías, dependientes, caseros y caseras, barajeros, aparadores e incluso, un representante del Cine Escudero en 1914.

domingo, 19 de enero de 2014

Hace 200 años. 19 de enero de 1814.

Para Alberto.

Como recuerda El Conciso, en 1814 se cumplían 7 años «de la lucha gloriosa del pueblo español contra la tiranía» y 3 de la Constitución. Además, un día como hoy, hace doscientos años, daba cuenta de lo ocurrido en la sesión de Cortes y con este objeto, entre otros asuntos, reseñaba la petición del Sr. Abargues de «que por medio de una comisión especial se designe el número competente de literatos que publiquen un periódico, cuyo objeto sea ilustrar la opinión pública, combatiendo las ideas contrarias al sistema constitucional». Por su parte, el decano de la Audiencia territorial pronunció «un corto, pero elegante discurso, felicitando á las Cortes por su traslación á esta capital, y manifestando que la audiencia esperaba hallar en S. M. el mas firme apoyo para llevar adelante la perfecta administración de justicia». Curiosamente también este día, «se mandó quedar sobre la mesa un expediente informado por la comisión de legislación relativo á si las causas de divorcio se han de seguir en los tribunales eclesiásticos, y si en ellas debe observarse el juicio de conciliación: la comisión opina que en quanto á lo primero no se haga novedad ; y que en quanto á lo segundo ningún pleito se admita en los tribunales sin que se haga constar haber  precedido, el juicio conciliatorio».
        No podía faltar, la sátira de la familia Napoleón y, desde luego, mientras, continuaban los españoles acudiendo al teatro. 
                La escena reseñada, entonces, la madrileña:

sábado, 18 de enero de 2014

El liberalismo doceañista y el «Tercer Estado» de Sièyes.

     El pensamiento liberal forjado en las Cortes de Cádiz hundía sus raíces en el iusnaturalismo racionalista del siglo XVIII y en el liberalismo europeo, particularmente en el anglo-francés (Varela).
       Entre estos referentes, el abate Sièyes es quizás uno de los menos explícitos aunque su labor revolucionaria fuera conocida en España y quizás por eso silenciada en la época de las Cortes, en la que tanto se jugaban los liberales. De hecho, sus intervenciones fueron reseñadas en el Mercurio de España de febrero de 1793, agosto de 1795 y agosto de 1799, entre otros números, aunque es cierto que no aparece explícitamente su obra Qué es el tercer estado? (1789), donde consideraba que constituía por sí mismo una nación entera, de modo que no necesitaba ni al clero ni a la nobleza.  Por ello en su organización de los Estados Generales proponía doble número de representantes para el Tercer Estado y que el voto fuera individual y no por estamento. 


         Quien sí alude a ella es Blanco White en su «Carta IV de Juan Sin Tierra al Español» el 30 de julio de 1811 cuando al señalar los defectos de la Constitución gaditana que se estaba discutiendo rechazaba el empeño en hacer un libro hecho «a lo Sièyes» que el pueblo no habría de entender y con una declaración del derecho de soberanía que será rechazada cuando regrese el monarca, al contario de lo que ocurre con la británica donde no hay parlamento sin rey. Así no es extraño que ya una vez promulgada la Constitución en Cádiz, otros periódicos, entre ellos El Sensato, culparan a los gaditanos de haber seguido el modelo de Sièyes.
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