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miércoles, 2 de enero de 2013

Francisco de Laiglesia Darrac

Francisco de Laiglesia y Darrac (1771-1852), del que ya adelanté que era un entendido en la cría caballar, no tenía vinculación orgánica con el ejército a principios de la Guerra de la Independencia. De hecho, este gaditano era conocido como autor de los Ensayos sobre los verdaderos principios de la equitación o Teoría de la escuela de á caballo adaptada al más exacto raciocinio y á las leyes que dictan la geometría, la anatomía y la mecánica...  (Madrid : Imprenta Real, 1805) y por su Composicion poetica en la muerte del Sr D. Federico Gravina, Capitan General de la Real Armada, &c. acaecida en Cádiz el 9 de Marzo de 1806, de resultas de la herida que recibió en un brazo en el combate naval de 21 de Octubre de 1805 (Cádiz : [s.n.], 1806, Imprenta de Quintana).
          Algunos años después, en el curso de la Guerra publicó una Oda a los exércitos español e inglés vencedores de los franceses en Talavera (Sevilla : [s.n.], 1809, Imprenta de Hidalgo)
, así como de la «Canción del soldado español en el campo de batalla», que se cantó en el teatro el 19 de noviembre de 1809, en honor de la llegada del gobernador Venegas y se puso a la venta «con su música correspondiente para piano, guitarra y flauta» en la tienda de Gómez de Requena, impresor real y también del Diario Mercantil de aquellos años. 
Al año siguiente compuso El dia de la Nacion Española : ó el Dos de Mayo / cancion patriotica por Don Francisco de Laiglesia y Darrac ... ; puesta en Música por D. Mariano de Ledesma .. , (Cádiz , 1810, en la imprenta de Don Nicolás Gómez de Requena), que sería la que le diera fama.
          Según consta en la Relación de los méritos y servicios del Capitán dn. Franco. de Laiglesia y Darrac, hechos en servicio del Rey y de la Patria, Madrid, 4 de Junio de 1818. (Archivo General Militar, Segovia, leg. I-241), cuya noticia agradezco a mi compañero Manuel-Reyes García Hurtado, decidiría ofrecer sus conocimientos al Gobierno: “En 1811, cerciorado Laiglesia de que sin la mas prolija instrucción, no puede haber Caballería  y que el primer elemento del arma en campaña, es la Equitación: decidido por su honor y amor al Rey a gastar todo su tiempo y hacienda en servicio de la Patria, labró a sus expensas una Academia militar, la surtió de todo lo preciso, y la ofreció con su persona gratuitamente al Gobierno, para desempeñar este tan importante punto de la doctrina militar. El Gobierno admitió el servicio, ..., nombró Director a Laiglesia; y este sobre dar tan útil enseñanza a los soldados, los mantuvo y los vistió a sus expensas: y remitió al Gobierno cien ejemplares de sus obras de Equitación para distribuirlos en la Caballería".
Precisamente, el Diario mercantil de 21 de julio de 1811 anuncia la venta de los Principios de Equitación y la oda La victoria de Salamanca
          En todo caso, la Academia de Equitación de Laiglesia y Darrac tenía un precedente en  la Real Academia de Caballería y Picadero de Ocaña que hubo en Cádiz entre 1775 y 1790.
           En Octubre de 1811 La Iglesia Darrac recibió el despacho de Capitán  por serle precisa la "representación militar", posiblemente, el gaditano estaba pensando ya en construir la plaza de toros que no habría de inaugurarse hasta 1813.
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