Bueno, ahora que parece que de verdad entra el otoño, y que en breve apetecerá tomarse un buen caldo, traigo a este cuaderno una receta que, si no es exactamente doceañista, seguro que no distarán mucho de las que pudieran consumir los hombres y mujeres de 1812.
La receta fue publicada en un periódico de 1804.
Caldo fortificante. Dos libras de ternera, la mitad de una buena gallina, 6 cangrejos de río, media onza de raiz de 1 hinojo, y dos draemas de raíces secas de ala (enula campana)*: todo esto cuece junto, y cuando esté cocida la carne, se añade un puñado de hojas de melisa; se cuela para dos caldos , y a cada uno se le echan 8 gotas de elixir de propiedad ácido.
* Al parecer la enula tenía propiedades expectorantes y depurativas.
Para hacerse una idea de lo que costaba el caldo, aquí van algunos precios de los alimentos en ese año de 1804.
La receta fue publicada en un periódico de 1804.
Caldo fortificante. Dos libras de ternera, la mitad de una buena gallina, 6 cangrejos de río, media onza de raiz de 1 hinojo, y dos draemas de raíces secas de ala (enula campana)*: todo esto cuece junto, y cuando esté cocida la carne, se añade un puñado de hojas de melisa; se cuela para dos caldos , y a cada uno se le echan 8 gotas de elixir de propiedad ácido.
* Al parecer la enula tenía propiedades expectorantes y depurativas.
Para hacerse una idea de lo que costaba el caldo, aquí van algunos precios de los alimentos en ese año de 1804.
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