Según Adolfo de Castro, la Calle Santa Inés se llamó de Pablo Legote en 1649, en homenaje al pintor que vivía en la calle de la Amargura —actual Sagasta—, frente a la de Santa Inés. En 1696 recibió el nombre de San Felipe Neri y, sucesivamente, fue conocida como de San Pedro y de San Cristóbal.
El nombre de San Felipe lo debe al oratorio o congregación de sacerdotes seculares, fundado en la ciudad el 30 de Noviembre de 1672 en la antigua ermita de Santa Elena, de donde —según una guía de la ciudad— se trasladó al lugar que hoy ocupa el 4 de Noviembre de 1679.
El 18 de marzo de 1812 las Cortes decidieron que la Constitución fuera publicada al día siguiente «en los 4 sitios más públicos: plazuela de San Felipe, plaza de San
Antonio, plaza de la Cruz de la Verdad y en frente de la Aduana; a cuyo
efecto se ha erigido en cada uno de estos sitios un tablado en el cual
se colocará un dosel y el retrato de Fernando VII».
En 1817 la calle se llamaba de Santa Inés y en el nº 21 vivía el comerciante Vicente Gil de Arias, en el nº 22 Esteban Astor, en el 25 Juan José del Cuvillo, diputado numerario de la Universidad de Corredores dee Lonja, en el 27, Francisco Posadillo y en el nº 37 Ramón de Giray.
En 1838 se constituyó una junta para crear un «establecimiento de enseñanza» y alquilaron a Justa López Martínez, monja salesa, el edificio contiguo al Oratorio de San Felipe, donde residían los «filipenses». Fue nombrando gerente del colegio el presbítero y escritor , Alberto Lista historiador —quien serías más tarde uno de los fundadores del Ateneo de Madrid—, al tiempo que, para el cargo de rector, se designó al presbítero Jorge Díez.
Serafín Pro recuerda en su Callejero gaditano (1933), que es una calle «de dos trozos, que empieza en la de Segismundo Moret, atraviesa la de Alcalá Zamora y termina en la de Sagasta» y que en 1855 recibió el nombre de Las Cortes, para volver al año siguiente a la de Santa Inés.
En 1817 la calle se llamaba de Santa Inés y en el nº 21 vivía el comerciante Vicente Gil de Arias, en el nº 22 Esteban Astor, en el 25 Juan José del Cuvillo, diputado numerario de la Universidad de Corredores dee Lonja, en el 27, Francisco Posadillo y en el nº 37 Ramón de Giray.
En 1838 se constituyó una junta para crear un «establecimiento de enseñanza» y alquilaron a Justa López Martínez, monja salesa, el edificio contiguo al Oratorio de San Felipe, donde residían los «filipenses». Fue nombrando gerente del colegio el presbítero y escritor , Alberto Lista historiador —quien serías más tarde uno de los fundadores del Ateneo de Madrid—, al tiempo que, para el cargo de rector, se designó al presbítero Jorge Díez.
Serafín Pro recuerda en su Callejero gaditano (1933), que es una calle «de dos trozos, que empieza en la de Segismundo Moret, atraviesa la de Alcalá Zamora y termina en la de Sagasta» y que en 1855 recibió el nombre de Las Cortes, para volver al año siguiente a la de Santa Inés.
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