En su Arte de Cocina (1758, 1745 1ªed.), Juan de Altamira —seudónimo del franciscano fray Raimundo Gómez— incluye la siguiente receta.
Atención al uso de la palabra sopa, limitada a la designacion de las rebanadas de pan que sirven de base al caldo.
Aunque, espero que no llegue el caso en estos días, este caldo está recomendado para quienes deben asistir a un enfermo y velar toda la noche:
[...] tomarán a las 12 o más tarde un caldo en que se deslía un huevo fresco y una cucharada de vinagre. Esto es mejor que los alimentos sólidos.
Seguro que el caldo con huevo crudo lo habrán tomado muchos, no sé lo del vinagre si resulta tan apetecible, pero parece que era relativamente frecuente su uso.
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