Afortunadamente, algunos leemos a Savater y a otros cuantos que invitan a pensar, a no aceptar normas sin más y también a no cuestionarlas sin fundamentos.
Algunos no damos la razón siempre a los jóvenes porque lo son, y dan votos.
Durante un tiempo leer los libros de Savater era opción viable en los institutos y eso alimentó a algunos ciudadanos.
Aún tenemos la esperanza de que el DOCE no sucumba del todo y no nos dejemos llevar por el papanatismo de algunos periodistas-blogueros.
Algunos no damos la razón siempre a los jóvenes porque lo son, y dan votos.
Durante un tiempo leer los libros de Savater era opción viable en los institutos y eso alimentó a algunos ciudadanos.
Aún tenemos la esperanza de que el DOCE no sucumba del todo y no nos dejemos llevar por el papanatismo de algunos periodistas-blogueros.